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miércoles, 28 de abril de 2010

¿Soy Sobreprotector@?


Dentro del estilo sobreprotector podríamos agrupar a los padres y madres que piensan:
“Yo soy totalmente responsable de lo que le pueda ocurrir a mi hijo/a”, “Debo cuidar en todo momento de mi hijo, todavía no es capaz de hacer esto por sí solo”, “Soy indispensable para él”, “El niño/a no sabe, no puede”, “Me sentiría culpable si algo desagradable le ocurriese”.

El fundamento de esta manera de relacionarse con los hijos podría deberse a diferentes aspectos:

Hiperresponsabilidad: Los padres piensan que el niño es un ser débil, ignorante, inexperto... a quien hay que proteger, evitando que se exponga a situaciones de riesgo en las que pueda sufrir algún prejuicio. Se consideran excesivamente responsables de su desarrollo.

Culpabilización: Al mantener la firme creencia de que tienen la obligación de proporcionar la mayor ayuda posible a sus hijos y evitarles cualquier tipo de problemas, dolor o inconvenientes, se sienten culpables cuando no lo consiguen.

En general puede decirse que los niños/as educados bajo un estilo educativo predominantemente sobreprotector pueden llegar a presentar:

- El desarrollo de un concepto de sí mismo/a muy deficiente, ya que, al no haber podido poner a prueba su competencia personal, no puede sentirse satisfecho/a de sí mismo/a.
- Retrasos en el aprendizaje de habilidades de autocuidado personal y otras habilidades sociales.
- Se desarrolla con miedo a la autonomía, buscando constantemente seguridad en otros.
- Carencia de iniciativa para emprender acciones por cuenta propia. Siempre espera instrucciones.
- Desinterés y despreocupación por los asuntos que le conciernen, basándose en la experiencia previa: “Ya me lo resolverán otros”.
- Ansiedad al no ser capaces de afrontar los acontecimientos vitales de forma autónoma, lo que puede desencadenar problemas tales como: miedos excesivos, timidez, agresividad, problemas de conducta en casa y en el colegio, etc.
Sin embargo, es importante destacar que la educación predominantemente sobreprotectora no implica necesariamente que los todos problemas mencionados se vayan a producir, se habla de una mayor probabilidad de aparición.
A la mayoría de los padres le gustaría que sus hijos no se equivocaran, que no tuvieran que sufrir, y poder evitar esos malos momentos que ellos, a través de su experiencia, recuerdan como negativos. Hay que destacar que esto ¡no es posible!, ya que para que se conviertan en individuos capaces de actuar y defenderse han de desenvolverse por sí solos; a través del “aprendizaje ensayo-error” van a ser capaces de crearse sus propias estrategias de actuación y resolución de conflictos. El niño tiene que equivocarse y experimentar por sí mismo en un nivel de riesgo tolerable*

*Grupo Albor-Cohs (1998). Perfil de Estilos Educativos. En Manual de Referencia.

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