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miércoles, 28 de abril de 2010

Aprendiendo a poner límites


Es importante ver la disciplina no como un castigo, sino como un modo de enseñar y un conjunto de reglas que permiten la convivencia en el hogar. Los padres debemos tener claro que el objetivo es idear un patrón que contribuya a que los niños crezcan sin temores, aprendan lo que se espera de ellos, les proteja de situaciones peligrosas y además establezca las condiciones para convivir con los demás. Así, una vez que estos límites estén establecidos y sean claros y razonables, evitaremos los enfrentamientos constantes con nuestros hijos
Las normas que les enseñemos los ayudarán a mantenerse seguros y a conocer la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Además, dado que los niños aprenden de la experiencia, si su mal comportamiento tiene consecuencias, aprenden que ellos pueden modificar dichas consecuencias mejorando su mal comportamiento. Esta es una lección muy importante que los niños deben aprender para llegar a comportarse correctamente. Por ejemplo, si dos de nuestros hijos se pelean por ver un determinado programa de televisión, apaga la tele. Si un niño derrama su vaso de refresco en la mesa porque está jugando con sus juguetes en vez de comer, haz que limpie lo que ha manchado. No debemos hacer comentarios que puedan herir su autoestima, como "no haces nada bien". Esos comentarios son nocivos y además no son necesarios para enseñarles disciplina. Hacerle limpiar el refresco derramado será mucho más efectivo. La próxima vez sabrá que si lo vuelve a tirar tendrá que volver a limpiarlo, que lo que ha hecho es responsabilidad suya y que ha de reparar el daño causado.
Así que Papis a revisar los límites que ponemos en casa a nuestros hijos. Recuerda: Estas formando a tus hij@s para la vida.

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