¡Bienvenidos!


lunes, 30 de agosto de 2010

¿Voy a tener un HERMANIT@?


Sin duda es una circunstancia que ocasiona celos en la mayoría de los niños. Es muy importante hacer participar al hermano mayor en las tareas que conlleva la llegada de un bebé: preparar la cuna y la habitación, comprar la ropita... Hay que advertir a los familiares, en las visitas que nos realicen, eviten expresiones del tipo: "ahora sí que vas a tener que compartir", o "ya sabes, lo tendrás que cuidar porque el niño será muy pequeño y tú ya eres mayor" etc. Esto no haría más que sobrecargar al hermano mayor. También debemos evitar hacer coincidir varios acontecimientos con la llegada de otro hermano. Por ejemplo, no conviene quitarle el biberón coincidiendo con el nacimiento o llevarle a la guardería los días antes o después de que llegue el bebé. Entendería que el nuevo hermano le echa de su casa y que él se tiene que ir, pero mamá se queda en casa con su hermano-rival. También hay que tener cuidado con expresiones tan frecuentes como: "no lo toques", " No le cargues que se te va a caer" y sustituirlas por frases que estimulen sus actitudes: "qué bien lo cuidas" "ayúdame a bañarle". Es necesario involucrar a los hermanos en las tareas de cuidado del pequeño: el baño, darle de comer, pasearle, así como buscar determinados momentos para dedicarlo exclusivamente al hermano mayor. Un paseo a solas, leerle un cuento sólo a él, son algunas ideas para hacer que se sienta un poco “hijo único”. Hay que valorar a nuestros hijos delante de familiares y visitas, tratando de omitir todo comentario negativo sobre ellos.

Conviviendo con los celos

-Darles un lugar en los preparativos y adecuación del espacio en la casa para el hermano que va a nacer, así como también hacerlos partícipes de los cuidados de la barriga contribuye a anticipar la importancia del nuevo acontecimiento.
-Recordar y compartir anécdotas de su nacimiento y primeros meses; advertir sus logros y crecimientos puede ayudarlos a seguir construyendo su propio espacio en la estructura familiar.
Una vez que haya nacido el hermano, permitirle que colabore en sus cuidados, siempre que sea de su interés hacerlo, ya que es un modo de incluirlo en la nueva escena familiar.
-Sostener sus espacios de exclusividad y respetar sus lugares y pertenencias, lo que contribuye a afianzar su vínculo con los padres.
-Evitar frases que recriminen sus acciones: "¡No lo toques!", "¡Aléjate que no confío de ti!", "¡No lo cargues qué se te va a caer!"
-Estimular con expresiones positivas todo acercamiento: "¡Qué bien lo cuidas!" "¡Eres muy responsable!", "Ven que lo vas a bañar muy bien".
-Involucrar a los hermanos en las tareas de cuidado, higiene, alimentación etc.
-Procurar dar afecto a los hijos sin distinción de edad. En nuestra sociedad solemos prestar excesiva preferencia afectiva al niño pequeño omitiendo de forma bastante brusca e inconsciente la atención a los hermanos mayores.
-Valorar a nuestros hijos delante de familiares y visitas, tratando de omitir todo comentario negativo sobre ellos.
Lo más importante es la actitud que los padres asumen en relación al hecho. Si se incorpora el embarazo y nacimiento como algo natural y grato, los niños podrán expresar con espontaneidad sus sentimientos. Además, hay que tener en cuenta que los celos se relacionan con la capacidad de amar. El recién nacido despierta también en su hermano sentimientos de afecto que caracterizarán un nuevo vínculo. Transitar esta etapa favorablemente puede ser una experiencia enriquecedora ya que preparará a los niños a tolerar y superar futuras situaciones que generen sentimientos de celos y rivalidad a lo largo de su crecimiento.

EL DEPORTE Y LA ALIMENTACIÓN


Entre todas las cosas que nos prometemos cada inicio de un nuevo año al mirarnos en el espejo y ver los kilitos que dejo el pavo, el chanchito, el puré de manzana, el chocolate caliente, los tamilitos y tantas cosas sabrosas que tiene nuestra comida peruana ¡Tentación para cualquier comensal! Es…
¡Este año si voy a bajar de peso! ¡Comeré solo lo que necesita mi cuerpo!
Muy emocionados armamos una rutina de ejercicios, un horario de alimentación, no sólo para nosotros, sino también para nuestros hijos, buscamos un gimnasio o personal trainer, clubes deportivos, clases de natación y nos sentimos enrumbados en nuestra misión de cuidar nuestro cuerpo. Sin embargo, muchos bajan del barco cuando termina el verano. El invierno, con su humedad, se convierte en la justificación perfecta para los desordenes alimenticios y el olvido de los deportes. Entonces, revisemos: ¿Cuántos, que producto de un desorden alimenticio y la escasez de deporte en sus vidas, están sufriendo de problemas gastrointestinales, de reumatismo, de anemia, de estrés, de ansiedad, entre otras enfermedades?.
Tampoco pretendemos tener una población llena de Barbies y Kens porqué ellos no son seres humanos, ni nacieron en el Perú, cuna de la más rica comida en el mundo. Entonces la meta de comer saludable y hacer deporte es mejorar nuestra calidad de vida, cuidando nuestra salud.

Leamos algunos beneficios que puede obtener nuestro hijo de la práctica deportiva:
-Le enseña a seguir reglas.
-Le ayuda a superar la timidez.
-Frena sus impulsos excesivos.
-Le hará más colaborador y menos individual.
-Le hará reconocer y respetar que existe alguien que sabe más que él.
-Produce un aumento generalizado del movimiento coordinado.
-Expande sus posibilidades motoras.
-Aumenta su crecimiento.
-Puede corregir posibles defectos físicos.
-Potencia la creación y regularización de hábitos.
-Desarrolla su placer por el movimiento.
-Estimula la higiene y la salud.
-Le enseña a tener responsabilidades.
-Habituación a la vida al aire libre
-Adquisición de autocontrol
-Adquisición de autodisciplina
-Asimilación de éxitos y frustraciones.
-Contacto interpersonal Integración social
-Adaptación al juego en grupo
-Adquisición de valores personales.

Beneficios que obtenemos nosotros en la práctica deportiva:
-Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en general y en especial de mortalidad por cardiopatía isquémica en grado similar al de otros factores de riesgo como el tabaquismo.
-Previene y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, y disminuye los valores de tensión arterial en hipertensos.
-Mejora la regulación de la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes.
-Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal.
-Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon, uno de los más frecuentes y sobre el que al parecer existe mayor evidencia.
-Incrementa la utilización de la grasa corporal y mejora el control del peso.
-Ayuda a mantener y mejorar la fuerza y la resistencia muscular, incrementando la capacidad funcional para realizar otras actividades físicas de la vida diaria.
-Ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones.
-Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño.
-Mejora la imagen personal y permite compartir una actividad con la familia y amigos.
-Disminuye la mortalidad tanto en adultos jóvenes como en los de mayor edad, siendo incluso menor en aquellos que tan sólo mantienen un nivel de actividad física moderado que en los menos activos o sedentarios.
-Por último, todos estos beneficios tendrán una repercusión final en la reducción del gasto sanitario. Este es un argumento de peso para que tanto las administraciones públicas como privadas apoyen la promoción de la actividad física en todos los estamentos de nuestra sociedad.

Alimentos que debemos consumir cuando hacemos deporte:

-Si se practica deporte por la mañana, es fundamental disfrutar de un desayuno completo que incluya lácteos, cereales, fruta o zumo y complementos.

-Si la actividad es por la tarde, conviene realizar una comida sencilla y sin demasiadas grasas dos horas antes de comenzar. Por ejemplo: un plato de tallarines, arroz o verdura con papa, carne o pescado con guarnición vegetal y pan, y una fruta o algún lácteo. Si se trata de un bocadillo, es preferible que sea de tortilla de papa, acompañado de fruta y/o zumo, batido de chocolate o infusión azucarada, ya que de este modo aseguramos un buen aporte de hidratos de carbono.

-Si la actividad se prolonga más de una hora, conviene que cada 60 minutos nos tomemos un descanso para beber e ingerir algo sólido que contenga hidratos de carbono (galletas, chocolate, etc.), lo que nos permitirá mantener mejor el ritmo de ejercicio.

lunes, 9 de agosto de 2010

VEN Y PARTICIPA!...

Inscripciones hasta el 17 de agosto en el Departamento de Picología. Ps. Rocio Bravo Shuña.